Por tontos ocultamos

Por tontos ocultamos
Pero desgraciadamente es como mejor no sentimos

lunes, 19 de diciembre de 2011

Ser frágil pero a la vez ser fuerte

No hay nada más frágil que un corazón. Cuando te lo rompen una y otra vez duele. Pero si te lo rompen y lo pisotean una vez roto, no queda nada de él.  Pero aún así debes sonreír, mirar a los ojos de los demás con una sonrisa en los tuyos y decir: " Yo estoy bien, yo siempre estoy bien". Al final lo repites tanto que acaba convirtiéndose en una realidad: siempre estás bien porque no consientes que nadie te lastime más. A veces acabas siendo demonizada sólo por estar a la defensiva, por salvaguardar la poca dignidad y autoestima que te queda.  A quien no te ha dado el valor que realmente mereces ser malo con él/ella. Que te ha hecho sentir que, al final, quizá no valgas nada. Pero te rebelas. Te rebelas porque sabes que vales más que cualquier cosa que te digan. Porque no eres tú la que se esconde, no eres tú la que se oculta. Porque siempre has hecho todo lo posible por estar ahí, por hablar, por solucionar las cosas. Pero cuando te suelta algunas perlas y te demuestra que no eres nada en su vida, te das cuenta de que de lo único que dispones es de tu propia vida, de tus sentimientos, de tu cerebro y de tu saber estar en cada situación. Demasiado educada para decir lo que realmente piensas por no ofender, molestar o lastimar, te cierras en un pertinaz silencio del que sólo saldrás cuando te traten bien. Cuando te demuestren que puedes abrirte sin que te suelten otra cosa.  Lo he intentado, lo he intentado con todas mis fuerzas. He sido considerada, compasiva, comprensiva, he mostrado una gran empatía y el resultado siempre es el mismo. Y me dan ganas de gritar que todos tenemos problemas, que todos sufrimos, a todos nos han lastimado y casi nadie esta conforme con su vida, porque todas las vidas son mejorables. Nunca ha sido así, pero no importa. Quizá en algún momento debería haberlo hecho, hacer lo que simpre he sentido dentro de mi. Pero esa no soy yo. Aunque no importa, ¿verdad? Dicen que todos tenemos lo que merecemos y tal vez yo me merezca esto. O tal vez la otra persona se dé cuenta de lo que tiene cuando lo pierda. ¿Quién sabe? La vida da demasiadas vueltas como para saber qué sucederá mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario